Frecuentemente se confunden, ya que ambos representan opciones frente a la adquisición directa de un vehículo o una flota para tu negocio. No obstante, hay una distinción crucial entre el arrendamiento puro y el arrendamiento financiero.
Para elegir la opción más adecuada para ti, es esencial que comprendas las ventajas y diferencias específicas de cada tipo de arrendamiento.
El arrendamiento puro o leasing es un instrumento financiero que comprende la renta por el uso de determinados medios de producción necesarios para el funcionamiento de la empresa. De manera más específica, el leasing permite a las empresas utilizar vehículos y otros activos sin necesidad de comprarlos directamente, lo que puede resultar en una gestión más eficiente de los recursos financieros.
Dicha modalidad de arrendamiento es ideal para aquellas empresas que buscan mantener su liquidez y desean evitar las grandes inversiones iniciales que conlleva la compra de una flota de vehículos. Al optar por el leasing, las empresas pueden acceder a tecnología y vehículos modernos, mejorando así su operatividad y competitividad en el mercado. Además, dado que el arrendador sigue siendo el propietario legal del activo, la responsabilidad del mantenimiento y otros aspectos administrativos recae en él, permitiendo que las empresas se concentren en su core business sin distracciones ni complicaciones adicionales.
Tanto en el arrendamiento puro como en el arrendamiento financiero se establece un contrato que otorga al arrendatario el derecho de utilizar un vehículo perteneciente al arrendador, a cambio del pago de rentas mensuales fijas durante un período determinado.
En este contexto, ambas opciones se presentan como soluciones atractivas frente a la compra directa, principalmente porque no requieren la inmovilización de capital de trabajo y proporcionan ventajas fiscales significativas. Por estas razones, su popularidad ha ido en aumento a nivel global.
De acuerdo con un artículo del diario El Economista, “actualmente 30% de todos los equipos en Estados Unidos es adquirido bajo un contrato de arrendamiento, lo que permite que esta industria llegue a casi 300 billones de dólares de ventas anuales”.
Sin embargo, cada tipo de arrendamiento tiene particularidades que le permiten atender a necesidades específicas de las empresas y personas físicas con actividad empresarial.
Veamos cuáles son las ventajas y diferencias entre ambos esquemas:
Ahora que ya estás familiarizado con las diferencias y beneficios del arrendamiento puro y del arrendamiento financiero, es fundamental determinar cuál de estos esquemas se adapta mejor a tus necesidades específicas. Para ello, lo más recomendable es buscar el respaldo de una empresa especializada, con amplia experiencia y solidez en el mercado. En este sentido, JHLeasing se posiciona como tu mejor opción.
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