¿Estamos conectados con los datos y la información de los vehículos de la flota? ¿Cómo poder acceder fácilmente al kilometraje que recorren? ¿Cómo obtener los consumos de combustible de las unidades? ¿El usuario es consciente que a su vehículo ya la toca servicio de mantenimiento? ¿Cómo podemos saber qué tan eficiente es nuestra flota?
Éstas y otras cuestiones, reflejan los retos a los que, habitualmente, se enfrentan los administradores de la flota vehicular de una organización. El encontrar la solución óptima para resolverlos es una de las claves para conectar con las necesidades de las unidades, para aprender y entender cómo mejorar su desempeño y cómo alcanzar la meta de optimizar la flota.
Con independencia del tamaño de la flota, resulta complicado tener un conocimiento actualizado y constante de qué está sucediendo con los vehículos. En muchas ocasiones, los recursos disponibles, por ejemplo, hablando de consumo de combustible, se centran en los reportes proporcionados por las medios de pago (tarjetas de gasolina, vales, etc.), que solo dan una idea aproximada de cuánto están consumiendo realmente los vehículos.
Hablemos ahora de mantenimientos. Los colaboradores están ocupados en su actividad laboral y en ocasiones no tienen tiempo o no son conscientes de cuándo tiene que pasar servicio su unidad. ¿Qué ocurre entonces? Los problemas son múltiples: desgastes innecesarios; servicios adicionales que podrían ahorrarse; pérdidas de garantía; etc.
Otra situación que añade más complicación, a la hora de tener una flota en óptimas condiciones, es el conocer puntualmente el kilometraje que están recorriendo las unidades. ¿Lo sabemos realmente? Esta pregunta, deviene en tratar de entender si estamos haciendo, por ejemplo, una gestión correcta de los recorridos que han de hacer los vehículos de distribución.
En ocasiones se cuenta con varios sistemas, que suelen no estar conectados entre sí, que proveen información de los vehículos. Pero, aún contando con esta información, ¿realmente es útil para tomar decisiones con respecto a la flota? ¿Está suficientemente bien correlacionada? ¿Podemos asegurar si el desempeño de las unidades es eficiente?
Y, por último, podríamos hablar de siniestros que pueden producirse por un manejo ineficiente de las unidades, o sanciones, multas y demás por comportamientos indebidos al volante.
Dichas y otras cuestiones impactan negativamente en mantener una flota en óptimas condiciones, generan incertidumbre en la organización, laboriosas y repetitivas tareas al equipo de administración, desconfianza hacia el equipo, largos y complicados procesos para gestionar la información, y mayor gasto en tiempo y recursos para la administración.
Pero hablemos del aspecto económico. ¿Cuáles suelen ser las consecuencias en las cuentas de la organización? Podríamos resumirlas en:
La tecnología, actualmente, nos aporta soluciones de fácil implantación, que obtienen datos de forma constante de los vehículos, entregándolos de forma agregada, confiable y precisa para que se puedan tomar decisiones de forma ágil y preventiva.
Smart mobility de JHLeasing es un servicio que integra un dispositivo en cada vehículo de la flota, obteniendo un flujo constante de datos de la unidad, que se integra con nuestra aplicación para la administración y gestión de la flota Jolly Fleet live. Aquí el cliente podrá disponer de toda la información relevante del comportamiento de las unidades:
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